Todo lo que estás haciendo es interactuar con las energías con el propósito de permitir un cambio en la otra persona.
No estás intentando dirigir, enfocar, suavizar o cambiar su frecuencia de color o de vibración.
Solamente estás jugando con ella y disfrutando de su evolución.
Del libro: "La Reconexión: Sana a otros; sánate a ti mismo". Capítulo 19. Ediciones Obelisco.
Si deseas más información, pide tus 15 minutos gratis: